El presidente de México, Enrique Peña Nieto, estaba muy frustrado. Aparentemente nada de lo que hace es aplaudido o reconocido. Se acababa de dar el crédito por el arresto de dos gobernadores que estaban prófugos y, aún así, las redes sociales estaban llenas de sospechas, memes y críticas. Pero el problema es que Peña Nieto no entiende que no entiende.
COMO ROBARSE 3,500 MILLONES DE DOLARES
