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CHAVEZ: SE FUE EL “DIABLO”

“Yo no soy el diablo”,

me dijo Hugo Chávez durante nuestra primera entrevista, cuando todavía jugaba a ser un demócrata. Muchos le creyeron y votaron por él. Venezuela y una enorme region de América Latina nunca volvió a ser la misma por esa ingenuidad.

Siempre es mejor entrevistar a los duros. No tienen miedo. Dicen las cosas como son. Hacen noticia. Es interesante verlos y oirlos, aunque no estés de acuerdo con ellos. Y Hugo Chávez era un duro. Muy duro.

Me tocó entrevistarlo tres veces y, tras nuestras conversaciones, siempre recordaba a la periodista italiana, Oriana Falacci, quien decía que toda buena entrevista es una guerra: a veces gana el entrevistador y a veces el entrevistado.

A Chávez no le gustaba perder. Fracasó en su intento de golpe de estado en Venezuela en 1992. Pero no paró hasta que, con votos y no con balas, ganó las elecciones presidenciales el 6 de diciembre de 1998.

Un día antes tuvimos nuestra primera entrevista y, sin ningún empacho, me mintió tres veces. Me dijo que entregaría el poder en cinco años o menos (y solo la muerte lo sacó de la presidencia 14 años después). Me aseguró que no confiscaría ninguna empresa privada (y, en cambio, convirtió al estado venezolano en dueño de las principales industrias del país). Y finalmente prometió no censurar ni tomar ningún canal de televisión o medio de prensa (y prácticamente terminó con la libertad de expresión en Venezuela).

Chávez era un autoritario, que se vendió como demócrata y que se radicalizó después del intento de golpe de estado en su contra en el 2002. No lo pude entrevistar más. Rápidamente entendió que con sus innumerables cadenas de televisión a nivel nacional ya no tenía que someterse a preguntas incócomdas de periodistas extranjeros.

Chávez, hasta antes de morir, lo controlaba casi todo: el ejército, la Asamblea, los medios, los jueces y hasta la nueva constitución que él dictó. Ganó muchas elecciones, pero con todo el dinero del gobierno y la enorme maquinaria propagandística del estado. Nunca fue un verdadero demócrata. Pero gobernaba y lo hacía sin titubear.

El fenómeno de Chávez no es muy difícil de explicar. Despues de 40 años en que dos partidos politicos –Adecos y Copeyanos- se repartieron el país como un pastel, los venezolanos más pobres estaban hartos de los abusos y la corrupción y votaron por un cambio. Ese cambio fue Hugo Chávez. No les importó que fuera un militar golpista y un ególatra que hablaba de sí mismo en tercera persona, comparándose frecuentemente con Jesucristo y Simon Bolívar.

En 1998 –yo estuve ahí- por eso votaron los venezolanos y eso es exactamente lo que obtuvieron. Después fue prácticamente imposible arrancarlo del poder. Atacó a sus enemigos, atrajo a sus incondicionales, le cerró casi todos los espacios a la oposición y a la prensa libre, y gobernó solito.

En Venezuela gobernaba un solo hombre: Chávez. Como si fuera rey, hasta cambió la hora para que Venezuela viviera media hora adelante del resto del planeta. Regaló petroleo en el mundo a cambio de apoyos y dividió a los venezolanos en dos. No habia terminos medios: eras chavista o estabas contra Chávez.

Con su muerte, Chávez dejó en el poder a un grupito de ineficaces y corruptos funcionarios que, ni juntos, podrán llenar los zapatos, el carisma y la energía del fiero y autoritario comandante. Su pobre discurso le plantea a los venezolanos un absurdo: patria o papel higiénico. Chávez, al menos, tenía más vision, más imaginación y, definitivamente, cantaba mejor las rancheras.

Nunca coincidí con Chávez pero siempre lo respeté como entrevistado.

Los duros nunca se dejan doblar y Chávez nunca lo hizo conmigo.

Por Jorge Ramos Avalos.
(Junio 26, 2013)

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Presentador de Noticiero Univision desde 1986. Escribe una columna semanal para más de 40 periódicos en los Estados Unidos y Latinoamérica y publica comentarios de radio diarios para la red de Radio Univision. Ramos también acoge Al Punto, el programa semanal de asuntos públicos de Univision que ofrece un análisis de las mejores historias de la semana, y es el conductor del programa Real America, que sale semanalmente en todas las plataformas digitales y que registra millones de visitas. Ramos ha ganado más de ocho premios Emmy y es autor de más de diez libros, el más reciente, 17 Minutos; Entrevista con el Dictador.

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