IGNACIO ARANA ARAYA

Por internet circula una entrevista hecha en 1998 al entonces candidato presidencial Hugo Chávez que promete convertirse en un coloquio de culto.


Más delgado y sucinto, el venezolano promete acciones y sostiene posiciones que con el tiempo se han situado en sus antípodas: dijo que no duraría más de 5 años en el poder, aseguró que Cuba es una dictadura, invitó a las multinacionales a invertir en el país, prometió que no tocaría a ningún medio de comunicación, negó que nacionalizaría empresas y dijo no tener autoridad para opinar de procesos políticos en otros países.


A casi nueve años de la entrevista, el líder venezolano se ha contradicho con una precisión digna de relojería helvética.


Chávez quiere reformar la Constitución para permitirse una reelección indefinida, propala a los cuatro vientos que su máximo ídolo es Fidel Castro, ha espantado los capitales extranjeros a punta de decretos y amenazas, quitó la concesión a la cadena de televisión RCTV, ha sometido a los medios con “leyes mordaza” y cadenas nacionales forzosas, nacionalizó compañías y no pierde ocasión para opinar sobre los avatares de todo el continente y más allá.


El autor de la mentada entrevista es el conductor de la televisora “Univisión”, Jorge Ramos, quien hace poco recordó y divulgó el material. Desde Miami, Ramos dice que Chávez le mintió en el encuentro de 1998.


“Está muy claro que Chávez no fue honesto ni conmigo ni con los venezolanos, porque los cambios ideológicos no ocurren de la noche a la mañana. Chávez ocultó sus verdaderas intenciones porque sabía que si les decía a los venezolanos lo que pensaba hacer, jamás hubiera ganado esa primera elección”, dice Ramos.


El periodista mexicano ha entrevistado a Chávez tres veces, dos cuando era candidato y una como Mandatario, y estima que en el espacio que hubo entre sus encuentros el bolivariano sufrió una evolución en su carácter.


“(Cuando era candidato) era mucho más ingenuo y mucho menos combativo. No se le había subido el poder a la cabeza. En esa entrevista (de 1998) incluso nos presentó a sus hijas. Fue muy amable y no existía ese tono de confrontación que ahora le vemos”, dice. “Ha habido una clarísima evolución de Chávez. Es cada vez más intolerante y grosero. En la última entrevista que le hice fue muy grosero conmigo. Enojándose por las preguntas que le hacía, ofendiéndome y culpándome por hacer mi trabajo”, recuerda.


Durante la entrevista de 1998, Ramos le hace preguntas directas y difíciles a Chávez, quien responde con soltura. ¿Le aguantaría ahora preguntas incisivas con la misma actitud?


“Esa entrevista fue muy tranquila, sin sobresaltos, gritos ni ofensas. Pero años después me encuentro con un personaje totalmente autoritario, que se compara constantemente con Jesucristo y Simón Bolívar, que insulta y agrede a quien no está de acuerdo con él”, recuerda. “He entrevistado a (Fidel) Castro, a presidentes norteamericanos y a más de 50 gobernantes, pero nunca me he encontrado con alguien tan intolerante o grosero”.


Pese a su última experiencia, Ramos ha insistido en volver a entrevistar a Chávez. “He hecho montones de intentos para entrevistarlo de nuevo y al principio me decían que no y ahora ni siquiera me contestan”.


> La entrevista de 1998



-Dicen que usted no es demócrata. ¿Usted está dispuesto a entregar el poder después de cinco años?


“Claro que estoy dispuesto a entregarlo. No solamente después de cinco años. Yo he dicho que incluso antes, porque nosotros vamos a proponer aquí una reforma constitucional, una transformación del sistema político para tener una democracia verdadera, mucho más auténtica. Si, por ejemplo, yo a los dos años resulta que soy un fiasco, un fracaso, o cometo un delito, un hecho de corrupción o algo que justifique mi salida del poder antes de que transcurran los cinco años, yo estaría dispuesto a hacerlo”.


-¿Nacionalizaría algún medio de comunicación?


“No. Basta con el medio de comunicación que tiene el Estado hoy, el canal ocho, Venezolana de Televisión. Hay que repotenciarlo, ponerlo a trabajar en función de la educación nacional, de los valores nacionales. (Con) los demás canales yo tengo las mejores relaciones, con los medios de comunicación. Deben seguir siendo privados. Más bien estamos interesados en que se amplíen, se profundicen”.


-¿No hay intenciones de nacionalizar absolutamente nada?


“No, absolutamente nada. Incluso hemos dicho (que) nosotros estamos dispuestos a darles facilidades, aún más de las que hay, a los capitales privados internacionales para que vengan aquí a invertir en las más diversas áreas; agricultura, agroindustria, petroquímica, industria gasífera. Todo lo que es el desarrollo del país. Tenemos un proyecto bastante ambicioso que necesitará de la inversión privada. Yo aprovecho para hacer un llamado a todo el mundo, yo no soy el diablo, soy un hombre que va con los mejores lazos de hermandad para trabajar conjuntamente con todos los países de América Latina, Norteamérica y el mundo entero”.


-¿Para usted Cuba es una dictadura o no es una dictadura?


“Sí es una dictadura, pero no puedo yo condenar a Cuba. Sabes, hay un principio del derecho internacional que es la autodeterminación de los pueblos. Los pueblos deben darse sus gobiernos o deben hacer sus propias historias, yo no puedo desde Caracas sentado aquí empezar a juzgar a los gobiernos y los pueblos del mundo”.

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