Estados Unidos no funcionaría sin latinos. Y ahora hay una película que lo demuestra.
¿Qué pasaría en Estados Unidos si, de pronto, desaparecieran todos los hispanos? Esa es la pregunta que se hicieron la actriz, Yareli Arizmendi, y director de cine, Sergio Arau, hace casi 10 años, cuando se aprobó la proposición antiinmigrante 187 en California. Yareli y Sergio no podían creer que la mayoría de los californianos había votado a favor de una propuesta de ley que prohibiría que miles de niños indocumentados asistieran a las escuelas públicas y que evitaría que los inmigrantes sin documentos legales tuvieran acceso a los hospitales estatales y a los servicios de salud. La proposición 187 fue declarada inconstitucional por una corte de California. Pero el odio y el resentimiento que reflejaba dicha propuesta dejó marcados a estos dos artistas mexicanos.
“La fantasía de muchísima gente es que desaparezcan todos los que no son iguales a ellos”, me dijo Sergio en una entrevista. Yareli coincide. “No hay tradición en Estados Unidos por entender al otro”, me explicó. “Ignorancia y miedo equivale a odio.”
La idea de qué pasaría sin desapareciéramos todos los hispanos les siguió dando vueltas en la cabeza. Pero aún no sabían qué hacer con ella. En una ocasión, durante una visita a Nueva York, Yareli y Sergio fueron testigos de cómo museos y galerías cerraron sus puertas en “un día sin arte” para revalorar las aportaciones de los artistas que habían muerto de sida. Y fue entonces que les prendió el foco. ¿Qué tal si hacemos una pelicula sobre la vida en Estados Unidos sin latinos? se preguntaron.
Fue así como surgió la película Un Día Sin Mexicanos (A Day Without a Mexican) que acaba de estrenarse en varias ciudades de Estados Unidos. El término “mexicano” se utiliza en la película para representar a todos los latinos y no solo a los que provienen de México, que son la amplia mayoría. La cinta explora con mucho humor qué ocurriría en el estado de California si por alguna extraña razón todos los latinos desaparecieran por 24 horas. Basta decir, sin agotar el argumento de la película, que sería un desastre. California se quedaría sin meseros, jardineros, niñeras, reporteros, médicos, políticos, músicos y abogados. Los precios de las frutas y los vegetales se dispararían. Habría un verdadera crisis social y económica; el estado de paralizaría. Se rompería el finísimo tejido social que ha hecho de California uno de los lugares de mayor mezcla de culturas del mundo. Los estadounidenses, según sugiere la publicidad de la cinta, se echarían a llorar.
“Se va a volver visible lo que para mucha gente es invisible”, me dijo Sergio, explicando las posibles reacciones a la película. “Al que no es latino, de repente se le abrirán los ojos y no los va a poder cerrar”, añadió Yareli. “Yo creo que va a salir (del cine) y va a decir: ‘oye mira, yo creo que ese es latino, mira allá hay otro, oye, deveras que sí están por todos lados.’”
El profesor Raúl Hinojosa, de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) también actúa en la película y acaba de publicar un nuevo libro en que explora el impacto de la falta de inmigrantes en la economía californiana. “La quinta economía más grande del mundo (la de California) está basada en la contribución de los inmigrantes”, dijo hace poco a la prensa. “Si realmente desaparecen todos los latinos en California sería una crisis mucho peor de como está en la película.”
En la película desaparecen todos los hispanos. En la realidad, los hispanos -lejos de desaparecer- se están multiplicando mucho más rápido que el resto de la población. Más de la mitad de todos los bebés que nacen cada día en Califoria son de origen hispano. Esto quiere decir que en solo unas décadas, para el año 2040, la mayoría en California será hispana y que los principales puestos políticos y empresariales estarán, también, en manos latinas. Los Angeles tendrá mayoría latina en el 2010.
El impresionante crecimiento de la población latina, aunado a la constante inmigración del sur, ha creado ciertas resistencias sociales dentro de Estados Unidos. Todos los días se escucha alguna nueva propuesta antiinmigrante, a nivel local o nacional, o se reporta otro caso más de discriminación y rechazo contra la comunidad latina. Pero nada, sin embargo, detendrá esta verdadera revolución demográfica. El problema de fondo es que muchos norteamericanos aún se resisten a aceptar que Estados Unidos es un país multiétnico, multicultural y multirracial.
Hay gente que ha sugerido realizar protestas y huelgas a nivel nacional para demostrar el poder y la importancia de los latinos. Algunos han propuesto que los latinos dejen de comprar y consumir durante 24 horas o que no vayan a trabajar. Estas ideas, sin embargo, son poco prácticas y no garantizan ningún tipo de reconocimiento.
Además, después de la película de Yareli y Sergio, queda muy claro el papel fundamental de los hispanos en este país. Quien realmente quiera saber qué pasaría en Estados Unidos sin latinos basta con que vaya al cine y vea Un Día Sin Mexicanos. El caos, eso es lo que pasaría.