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SARKO EL MALABARISTA

París, Francia. Está en todos lados: en las portadas de revistas y periódicos, en la tele e internet, en Egipto de vacaciones y en Francia trabajando, con sus hijos, con su nueva novia y en reuniones con otros jefes de estado. Es Sarko el malabarista, jugando con varias cosas a la vez.

El hiperkinético presidente francés, Nicolas Sarkozy, parece tener el don de la ubicuidad. A sus 52 años y sin una cana en el pelo (¿se las pintará?) es como el acróbata –así lo apodó una revista- que se ha apropiado de los tres escenarios del circo francés: la política, la cultura y el espectáculo.

Sarkozy –se pronuncia como si tuviera acento en la y- ha acaparado tanto las noticias en Francia desde que asumió la presidencia hace 8 meses, que hace poco se les propuso a los medios de comunicación pasar un día sin mencionar su nombre. No pudieron.

Sarkozy es protagónico; solo sabe estar en el centro. Su última conferencia de prensa duró dos horas, es decir, estuvo más cercano a los excesos gramaticales de Chávez que a los rapidines periodísticos de Bush.

Sarkozy quiere ser a la vez simpático y profundo, celebridad y servidor social, divertirse y cambiar la esencia de Francia. Sarko lo quiere todo.

Es una semana en que la televisión francesa vio la llegada de Ugly Betty (traducida al francés) Sarkozy se las ingenió para ganarle a la fea más bella. Y lo hizo con la exmodelo y cantante italiana, Carla Bruni.
Tras los rumores de su posible boda con Bruni, apenas tres meses después de su divorcio con la también exmodelo Cecilia, Sarkozy solo dijo que su relación actual es “seria” y que si se casaba posiblemente la prensa sería la última en enterarse.

Pero al hablar públicamente de su relación sentimental, Sarkozy rompió una larga tradición en la que la prensa francesa no se metía en la vida privada de los personajes públicos. Los periodistas franceses, por ejemplo, nunca informaron que el expresidente Francois Miterrand tuvo una hija con su amante y que frecuentemente viajaba con ellas a eventos oficiales usando el presupuesto del gobierno.

Sarkozy, por el contrario, presume de no esconder nada. La primera vez que se le vió con Carla Bruni fue a mediados de diciembre en Disneyland Paris –no precisamente el lugar más romántico y secreto- y una tropa de paparazzis los acompañó a Egipto durante las vacaciones de fin de año.

Sarkozy es el más norteamericano de los presidentes franceses. Tiene esa convicción tan estadounidense –quizás por ser hijo de inmigrantes húngaros- de que no hay imposibles y de que un solo hombre de acción puede vencer cualquier obstáculo. Es un cowboy urbano.

Mientras los franceses analizan el resurgimiento de Hillary Clinton en las elecciones primarias –“Le retour d’Hillary” encabezó el diario Le Monde- Sarkozy quiere cambiar el mundo (digital y no digital). Acaba de proponer un nuevo impuesto para los usuarios de la internet. El sabe que ahí estará el billete en el futuro. Y si le salen bien las cosas otros países harán copy and paste.

Además, sugirió que México Brasil, China, Sudáfrica e India se unan al grupo de los G-8, que reune a los países más desarrollados del mundo. Sería un nuevo G-13. Y quiere que el ruso Putin y el libio Kadafi formen parte de un nuevo orden internacional. Su liderazgo radica en unir fuerzas opuestas.

Tanto quiere hacer Sarkozy –cambiar la internet, revivir la economía francesa, dar entrevistas, terminar con la semana laboral de 35 horas, hacer acuerdos internacionales…- que parece un adolescente urgido por impresionar a su novia (algo, dicho sea de paso, no tan lejano de la realidad).

Sea como sea, seguir y perseguir a Sarko es todo un espectáculo y un reto. Nadie se aburre. Y, quizás, si nadie lo para y si su cuerpo aguante, podría definir lo que es ser francés a principios del siglo 21.

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Presentador de Noticiero Univision desde 1986. Escribe una columna semanal para más de 40 periódicos en los Estados Unidos y Latinoamérica y publica comentarios de radio diarios para la red de Radio Univision. Ramos también acoge Al Punto, el programa semanal de asuntos públicos de Univision que ofrece un análisis de las mejores historias de la semana, y es el conductor del programa Real America, que sale semanalmente en todas las plataformas digitales y que registra millones de visitas. Ramos ha ganado más de ocho premios Emmy y es autor de más de diez libros, el más reciente, 17 Minutos; Entrevista con el Dictador.

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