¿Cuántas veces te vas a tocar la cara mientras lees esta columna? En un momento te doy los datos que tengo. Pero este comportamiento explica por qué el coronavirus se ha extendido por todo el planeta. Ha sido un brutal ataque a través de nuestras caras. No hay nada que le guste más a este virus que tu boca, tus ojos y tu nariz.
AL VIRUS LE GUSTA TU CARA
