¿Crees tú que el presidente de Estados Unidos, DonaldTrump, es un racista? Aunque incomode, esta es una pregunta que todos debemos responder. Pero, particularmente, los Republicanos y los que votaron por él. Si la respuesta es “sí”, entonces ellos están obligados (moralmente) a hacer algo al respecto.
Esto de ser periodista es, muchas veces, un verdadero privilegio. Puedes ver lo mejor y lo peor de un país en muy poco tiempo. Así, en una semana, viajé de Guadalajara a Tijuana y, de ahí, a la ciudad de México. Y lo que empezó como un homenaje al libro terminó en un monumento a la desigualdad. Les cuento.
El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cree que Donald Trump es un “racista”. Así me lo dijo en una entrevista en el 2017. Eso quiere decir que la luna de miel entre AMLO-Trump puede durar muy poco.
Los muertos no se pueden esconder. Alguien los conoció. Dejan un vacío pero dejan, también, fotografías y recuerdos. Los muertos suelen ser enterrados solo una vez. No dos. De hecho, no hay nada más obstinado que un muerto al que tratan de desaparecer; se nos aparece por todos lados.
Si algo saben los mexicanos es que Andrés Manuel López Obrador es una persona que no se deja. Persistente, le llaman sus amigos. Terco, sus enemigos.
Donald Trump dice que los periodistas somos “enemigos de la gente”.
Es una gigantesca incongruencia que Andrés Manuel López Obrador, el virtual presidente electo de México, haya escogido como uno de sus principales colaboradores al responsable del fraude electoral de 1988. De verdad que no lo entiendo. ¿Dónde está el cambio que prometió López Obrador?
Hay momentos en que no se puede dudar. Ni fallar. Y en Nicaragua acaba de ocurrir uno de esos momentos que se convierten en símbolo y que lo cambian todo. El protagonista es un joven de apenas 20 años de edad. Su increíble historia, en un momento.
Hay presidentes que se atornillan al poder, que llegan con votos -o con trampas- y luego se quieren quedar por la fuerza.
El último comentario racista de Donald Trump no me sorprende. Pero lo que sí me sorprende es que tanta gente se haya tardado tanto tiempo en entender que el ocupante de la Casa Blanca tiene ideas racistas.